lunes, 29 de julio de 2013

El increíble caso de Barnaby Brocket

Hace unos años El niño del pijama de rayas de John Boyne fue un auténtico éxito, era el libro que todo el mundo leía, adoraba y recomendaba. A mí, que debo ser rara o retorcida, no me hizo demasiada gracia. Por eso, cuando mi hermana me regaló El increíble caso de Barnaby Brocket fui relegando su lectura hasta que me dio un arranque y decidí leerlo.

La novela nos cuenta la historia de Barnaby Brocket el tercer hijo de unos padres perfectamente normales que viven en un barrio normal, que trabajan en trabajos normales y que tienen otros dos hijos normales. Barnaby, sin embargo, no lo es, pues desde el mismo momento en que nació, flotaba, lo que supone un auténtico drama para sus padres, que se esfuerzan sobremanera en ser normales. De hecho, lo es tanto que acaban tomando una drástica decisión: dejar que Barnaby se vaya flotando.

Así, nos encontramos con un cuento de aventuras. Una novela cortita que se lee en un verbo, en parte por lo breve que es, en parte porque tiene un ritmo vertiginoso al sucederse las aventuras una detrás de otra sin pausa, ni explayarse demasiado.

En realidad, el esquema es más o menos lo mismo: intentando regresar a su casa en Sidney, Barnaby se encuentra con alguien "diferente" a los ojos de su familia, que le acaba ayudando... hasta que se mete en otro lío, que retrasa su vuelta. Las aventuras son distintas, al igual que los personajes que Barnaby va conociendo en su viaje, pero todos tienen algo en común: son distintos, no son lo que sus padres esperaban y que son felices siendo ellos mismos. De hecho, El increíble caso de Barnaby Brocket no deja de ser una fábula que enseña que hay que ser uno mismo y que ser distinto no es malo.

Una fábula, por cierto, escrita con muy buena mano. John Boyne se adapta perfectamente a la historia, narrándola con gusto y desde la inocente óptica del niño de ocho años que es Barnaby, lo que no quita que el lector sepa ver la realidad que se esconde tras tal visión.

Personalmente, me resultó de lo más curioso y también conseguido el que una novela con un mensaje tan positivo, contada desde el punto de vista de un niño, logre también ser compleja y perturbadora. Porque, de verdad, resulta espeluznante que unos padres liberen a su hijo, que no puede parar de flotar hacia arriba, sólo porque no quieren ser la comidilla de nadie. Eso sí, John Boyne otorga sendos capítulos a explicar por qué los señores Brocket son cómo son, lo que añade otra pregunta un tanto filosófica: ¿somos el resultado de los aciertos o errores de nuestros padres o somos como somos sin más?

La verdad es que El increíble caso de Barnaby Brocket me resultó una lectura curiosa e interesante. No es una de mis novelas favoritas, pero sí que la disfruté y me pareció una historia de lo más original. A mí, personalmente, me gustó muchísimo más que El niño de pijamas de rayas, la disfruté mucho más.

Resumiendo, El increíble caso de Barnaby Brocket es una novela corta de aventuras con un gran mensaje muy claro (sé tu mismo) y escrita con muy buena pluma, muy adecuada para el cuento que John Boyne nos presenta.

El próximo lunes literario estará dedicado a... Aprendiz de diosa de Aimée Carter.

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