lunes, 20 de enero de 2014

Lord John y la hermandad de la espada

Ya sabéis que soy muy, muy fan de Diana Gabaldon y de su saga Forastera. Como ya voy al día he de esperar a que salga el octavo libro (en yankilandia sale en junio de este año, no me queda nada de espera, ná), pues estoy racionándome las entregas del spin-off protagonizado por Lord John. Ya lo comenté cuando reseñé el primero de esta saga, Lord John y un asunto privado, se pueden leer estos libros sin haber leído la saga principal.

De hecho, tras leerme la segunda entrega, Lord John y la hermandad de la espada, puedo añadir que incluso se pueden leer independientes. Ya que en esta segunda novela, aunque nos reencontramos con muchos personajes conocidos, hay un caso completamente nuevo y la autora se encarga de situar a cada personaje en caso de que no se hubiera leído ni Forastera ni la novela anterior de Lord John. Aunque yo recomiendo leer todo en orden porque 1) ninguno de los libros tiene desperdicio y 2) hay detalles que se entienden mejor.

Con eso aclarado, ¿con qué nos encontramos en Lord John y la hermandad de la espada?

La vida de Lord John se ve complicada (de nuevo) y en varios frentes, además. Por un lado, su madre va a casarse con Sir George Stanley, lo cual es una buena noticia, aunque Sir George tiene un hijastro, Percy Wainwright, que no tarda en despertar sentimientos en Lord John que no corresponden a los que debería tener hacia un hermanastro. Por otro, su hermano Hal ha recibido una página del diario del difunto duque de Pardloe (el padre de los hermanos Grey), el cual murió en extrañas circunstancias bajo la sombra de poder ser un traidor jacobita.

Ante la negativa de Hal de seguir indagando, Lord John decide investigar por su cuenta: ¿era su padre un traidor? ¿Le tendieron una trampa? ¿Quién envía páginas del diario del difunto duque, un diario que, supuestamente, había sido destruido?

Aunque la novela retrata varios temas (el honor, la familia, las costumbres de la época, etc.), la trama se distingue perfectamente en dos aspectos: por un lado, la investigación sobre el duque de Pardloe y, por otro, la vida en el ejército en el siglo XVIII, sobre todo para personas homosexuales.

Y es que en esta segunda parte, además del misterio de rigor, nos encontramos con una historia más personal, que indaga más en Lord John como persona y en cómo se relaciona con las distintas personas y facetas de su vida. De hecho, hasta el misterio en cuestión es mucho más personal: el posible deshonor que pudiera sufrir su prima en la primera parte, no tiene la misma carga emocional que la muerte del padre de Lord John y saber si era o no un traidor jacobita.

La carga emocional se ve reforzada, además, por la historia de amor que mantiene Lord John. Porque, sí, en La hermandad de la espada hay historia de amor, algo que yo eché de menos en Un asunto privado. Yo ya conocía a Percy Wainwright de Ecos del pasado, la séptima novela de Forastera, pero la información que nos daba Diana Gabaldon de él era tan insuficiente como ambigua y lo único que se sacaba en claro era que Lord John mantenía una relación muy personal con él, que había supuesto un episodio de su vida importante para él y, pese a todo eso, la situación entre ambos no era fácil.

Pues bien, en esta novela se explica quién y cómo es Percy Wainwright y también la historia de amor que mantiene con Lord John. Una historia muy bonita, contada con mucho gusto y que no se corta ni con escenas más románticonas, otras más duras y dramáticas y otras más eróticas. Vamos, que Diana Gabaldon sigue la tónica de sus parejas y a mí me ha gustado mucho leer a Lord John así, que, jo, el pobre no había pillado cacho de verdad en lo que llevaba leído.

Tras semejante sesudo análisis, prosigo.

Y es que en la historia hace aparición Jamie Fraser, el protagonista masculino de Forastera. Jamie tiene pocas intervenciones en la novela, pero todas ellas son altamente interesantes, sobre todo porque nos da otro punto de vista a una situación que se había tratado en novelas anteriores. Una vez más, no necesitas haber leído la saga principal, pero, si lo has hecho, es muy curioso leer lo sucedido en Helwater desde el punto de vista de Lord John y comprobar lo distintas que son las posiciones de los dos: Lord John sintiéndose, pese a todo, atraído y enamorado por Jamie, que no puede más que mostrarse receloso.

Además de la relación con dos de los hombres más importante de su vida, la novela retrata la que mantiene con su familia: con su hermano, Hal; con su madre; con su prima, Olivia; con su cuñada... Esa dinámica familiar me ha gustado mucho, hemos podido ver a un Lord John muy humano y muy adorable, más allá del espía, soldado e investigador.

En lo que respecta a la investigación, pues no tengo nada nuevo que añadir: Diana Gabaldon sabe llevar estupendamente los misterios. De hecho, sabe llevar la historia con una maestría increíble, intercalando los pasajes más reflexivos y emotivos con otros que son acción y pistas. Todo ello culminado en un final que no me decepcionó y que respondió todas las preguntas y cerró todos los cabos.

Una vez más, sólo me queda quitarme el sombrero ante Diana Gabaldon pues, una vez más, ha hecho que me enganche a una novela que he disfrutado de principio a fin.

El próximo lunes literario estará dedicado a... Las carreras de Escorpio de Maggie Stiefvater.

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