lunes, 15 de diciembre de 2014

La felicidad debe de ser algo así

Hace un tiempo leí La probabilidad estadística del amor a primera vista y me encantó. Por eso, cuando me enteré de que publican una nueva novela de la autora, Jennifer E. Smith, no dudé en añadirla a esa lista infinita de libros que quiero. Pues bien, por fin he podido leer La felicidad debe de ser algo así. ¿Y de qué va?

Graham y Ellie empiezan a intercambiarse correos por casualidad, cuando él escribe mal una dirección y ella la responde para informarle de su error. Poco a poco, los dos empiezan a hablar por e-mail con asiduidad hasta que se hacen muy, muy amigos, incluso posiblemente algo más, aunque ambos desconocen la identidad del otro. Por eso, Ellie no sabe que Graham es, en realidad, un actor muy famoso y no le da importancia a que el conocido Graham Larkin vaya a pasar unas semanas en el pequeño pueblo en el que ella vive para grabar su nueva película.

Eso, por supuesto, no es casualidad y es que Graham, aprovechando que en su película buscaban un pueblo costero para rodar, decide proponerles el pueblo donde vive Ellie para poder conocerla. Sin embargo, mantener una relación con Ellie no va a ser tan sencillo, pues por cierto motivo que Graham desconoce, Ellie teme muchísimo a los paparazzi y la posibilidad de ser conocida.

La felicidad debe de ser algo así sigue el espíritu de La probabilidad estadística del amor a primera vista no porque las historias se parezcan, que no es así. Sino porque es una historia romántica, pero los dos protagonistas tienen trasfondo y una historia más compleja.

En este caso, además de la historia de amor, Jennifer E. Smith habla sobre la fama desde varios puntos de vista: desde el glamour que parece para algunos, hasta el inconveniente que puede suponer para otros, pasando por los pros y contras que tiene para el que la sufre.

Graham es un actor conocidísimo por participar en una saga de películas sobre magos y, aunque a él le encanta actuar, tiene que lidiar con otras facetas de su carrera: no sólo el que los paparazzi le sigan allá donde vaya, sino que debe mantener las apariencias constantemente lo quiera o no (por ejemplo, no dejan de insistirle en que salga con su compañera de reparto para publicitar la película) y que tanto su nuevo estatus como la cantidad de dinero que gana ha cambiado las dinámicas en su vida. Hasta sus padres le tratan como a un extraño, lo que hace que se sienta muy solo.

Por eso, es muy comprensible que, al ver que conecta con Ellie sin que ella conozca su identidad, decida ir a buscarla para poder conocerla. Además, Graham es un chico muy normal, al que enseguida se le coge cariño. De hecho, una vez más Jennifer E. Smith nos ha dado a dos protagonistas tan naturales que podías encontrártelos por la calle o que podrían ser tus vecinos, aunque él sea un actor súper famoso.

Por su parte, Ellie es una chica que vive en un pueblecito pequeño junto a su madre y que está trabajando todo lo que puede en la heladería para ahorrar para pagar un curso de poesía en Harvard. Tanto Ellie como su madre temen a los periodistas, pues llegaron al pueblo buscando pasar desapercibidas y ahora que tienen una vida tranquila, temen que ésta estalle por los aires si alguien se entera del pasado de ambas. Y es que madre e hija llevan años guardando un secreto para huir de las cámaras y de ser personajes mediáticos.

No os voy a contar cuál es el secreto, porque no me gusta spoilear, pero sí que Ellie me cayó muy bien y que se entienden perfectamente sus reacciones. En ese sentido, la historia de amor está muy bien plantada, pues las idas y venidas tienen mucha lógica y no resultan repetitivas.

Además, es que los dos son amor, muy monos los dos.

El resto de personajes pues no tienen ni la misma profundidad, ni son tan adorables, limitándose únicamente a cumplir un cometido: la madre de Ellie, el representante de Graham, la amiga de Ellie, la compañera de reparto de Graham, etc. De hecho, la amiga de Ellie me pareció súper repelente, pese a lo poco que sale, pero bueno eso no es lo importante, sino que lo son Graham y Ellie y con eso la autora cumple perfectamente.

La felicidad debe de ser algo así me gustó mucho, no llegó al nivel de La probabilidad estadística del amor a primera vista, pero es que este último puso el listón muy alto. Esta nueva novela también es muy entretenida, se lee con facilidad y está tan bien escrita como la anterior. La pluma de Jennifer E. Smith es tan bonita como simple, acompañada de unos diálogos geniales. De hecho, en el caso de La felicidad debe de ser algo así son muy ingeniosos, están llenos de tonterías y me hicieron sonreír más de una vez.

Además, en esta novela hay algo que me gustó mucho y es que, en vez de centrarse en uno de los dos personajes, va intercalando capítulos desde el punto de vista de ella y de él, por lo que vemos la misma situación desde las dos ópticas. Ese recurso me gusta mucho, pues siempre es interesante leer cómo interpreta algo cada uno y ver qué opinión tiene uno de otro.

La felicidad debe de ser algo así no es una novela tan redonda como la otra que publicó su autora, lo que puede jugar en su contra, aunque es una historia que se lee con mucha facilidad, que resulta muy bonita y que es algo más que el tópico de chica conoce a chico.

El próximo lunes literario estará dedicado a... A de adulterio de Sue Grafton.

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