martes, 2 de diciembre de 2014

Live

Una de las trilogías que he comenzado este año ha sido Play de Javier Ruescas, de la cual ya me había leído tanto su primera parte, como su segunda, Show. Pues bien, he podido hacerme con la tercera, Live, cuya reseña os traigo hoy.

Tras haberse liberado, al fin, del control de Develstar, Aarón está viviendo en Madrid junto a Leo, pero su vida dista mucho de ser perfecta, ya que no sabe qué hacer con su carrera, ni qué paso dar a continuación; por el momento, está invirtiendo su tiempo en sacarse el carnet de conducir, pero ni siquiera eso le está saliendo bien. Leo, por su parte, tampoco está mucho mejor, pues, pese a sus intentos, no consigue labrarse un nombre como actor.

Coincidiendo con la visita de Zoe a Aarón, Ícaro aparece en casa de los hermanos Serafin con una propuesta: visitarán seis ciudades europeas con todos los gastos pagados, pudiendo llevar cada uno de ellos tres un acompañante. Así comienza un viaje por toda Europa, donde habrá hueco para todo: música, locuras, amores, secretos...

Tercera entrega de la saga Play y como ocurría con las dos anteriores, es completamente diferente a los otros libros, pues se basa en una premisa distinta. Si en Play era una historia sobre el salto a la fama, en Show encontramos los entresijos de un reality y, finalmente, Live es una especie de... ¿se diría road book, ya que es como una road movie? Ahora tengo dudas, xD. Bueno, da igual, la cuestión es que tenemos a seis personajes viajando por Europa, compartiendo coche, hoteles y todo tipo de vivencias, por lo que se distingue muchísimo de las novelas anteriores. Todo un acierto por parte de Javier Ruescas, que consigue que su historia no aburra en ningún momento, ni se repita, pese a que algunos conflictos siempre son los mismos.

Además, la ambientación está muy conseguida, por lo que es muy sencillo imaginarte estar en la ciudad en la que se encuentran los protagonistas. Otro punto positivo para Javier Ruescas que, encima, nos da un libro mucho más humano que los otros.

No es que las anteriores entregas fueran artificiales o algo así, sino que en esta se centra mucho más en los conflictos de los personajes más allá de la fama o las maquinaciones de Develstar. No hay rivales a batir, no hay un objetivo que lograr, sino seis amigos viajando por Europa cada uno con sus problemas y sus historias. De hecho, el desarrollo de los personajes me ha resultado muy interesante.

Desde la nueva adquisición Selena, que me gustó mucho, hasta los viejos conocidos, todos me han encantado. Personalmente, creo que las chicas están menos explotadas, que ellos, limitándose un poco a su papel de chica de la función o, lo que es lo mismo, interés amoroso de los chicos, pero las tres me caían bien y Selena ha sido una grata sorpresa. Ellos, en cambio, sí que han tenido un trato mucho mejor, ahondando mucho en sus problemas y sus personalidades.

Aarón sigue siendo Aarón, nada nuevo bajo el sol en este caso. Su situación es distinta, aunque creo que todos nos hemos sentido todos en ella, en ese no saber qué hacer a continuación, por lo que es muy fácil empatizar con él. Por el contrario, Leo sí que ha seguido evolucionando. De hecho, para mí es el mejor personaje de la saga, teniendo el recorrido más complejo: desde el niñato egoísta del principio, a este hombre maduro e imperfecto que ha encontrado su camino. Me ha gustado muchísimo Leo en Live, al igual que lo ha hecho Ícaro, un personaje tan original como memorable. Divertido, con una historia compleja a sus espaldas y, encima, fan de Doctor Who. Sólo puedo quitarme el sombrero ante él.

Una vez más, por cierto, las páginas de Live están salteadas de referencias a la cultura pop, lo que me gusta bastante. Aunque, en mi opinión, a veces a Javier Ruescas se le va un poco de las manos la publicidad disfrazada de referencia. Es un poco descarado el peloteo a varios vloggers que son amigos suyos.

Pero, vamos, que será de los pocos "peros" que tiene Live. El otro que se le puede achacar es que es un tanto predecible, aunque la novela es tan entretenida que se le perdona. Además, es que tiene mucho corazón, así que se disfruta enseguida y el estilo de Javier Ruescas está muy, muy bien, a mí me gusta mucho.

En resumen, Live es el broche de oro de una trilogía juvenil muy bien escrita, también bien planeada y muy entretenida, que no puedo más que recomendar. Los tres libros me han gustado mucho, son muy distintos y la trama es bastante original, pues trata sobre música, fama y la relación entre dos hermanos a los que es imposible no adorar, pues están bien perfilados y también desarrollados. En serio, una trilogía muy recomendable.

El próximo lunes literario estará dedicado a... Susurros de A. G. Howard.

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