lunes, 21 de marzo de 2016

School spirits

Hace ya un tiempo, leí la trilogía Hex Hall de Rachel Hawkins y me encantó. En serio, la recomiendo muchísimo porque es muy divertida, muy dinámica y tiene una protagonista muy, muy genial que, además, tiene un interés romántico a su altura. ¿Os ha quedado claro que debéis leerla? ¿Si? Vale, pues continuo.

La cuestión es que tenía pendiente desde hacía todo ese tiempo el leer el spin-off de Hex Hall, que lleva el título de School spirits y que está protagonizado por la prima de Sophie, Izzy Brannick. Yo, ingenua donde las haya, pensaba que era un sólo volumen, pero resulta que a Rachel Hawkins le cancelaron la segunda saga, aunque School spirits funciona como libro independiente, aunque quedan algunos cabos sueltos. Vamos, que su lectura merece la pena, aunque me da rabia pensar que no va a haber más novelas de Izzy y compañía.

Pero me estoy adelantando, así que vamos con lo importante: ¿de qué va School spirits?

Izzy Brannick es una cazadora de monstruos por legado familiar, aunque la actual situación del mundo sobrenatural ha convertido a las Brannick en una especie de policía de los Prodigium. Todo estaría bien, sino fuera porque la hermana mayor de Izzy, Finley, ha desaparecido sin dejar ni rastro y la madre de ambas ha decidido que se muden a un pequeño pueblo, donde Izzy deberá investigar un asesinato en un instituto, mientras ella se encarga de otros asuntos.

Así, Izzy de pronto se encuentra yendo a clase y conociendo a gente, viviendo como una chica normal, mientras investiga lo que parece ser un fantasma enfurecido. Todo resulta tan nuevo como extraño para ella, sobre todo eso que siente hacia Dex, un chico de lo más particular que ni siquiera tiene claro si es humano o Prodigium.

Es decir, que School spirits tiene un caso que Izzy debe averiguar, además de una trama claramente diseñada para darle continuidad a los otros libros que Rachel Hawkins no llegó a publicar. Por eso, la trama de la desaparición de Finley queda colgando, aunque el resto de interrogantes se responden a lo largo de la novela: no sólo el caso que Izzy investiga, sino otros misterios que van surgiendo como, por ejemplo, saber si Dex es un Prodigium o no, algo que trae por la calle de la amargura a Izzy, a quien se le da bien saber quién tiene poderes y quién no.

Pero, bueno, como he dicho merece mucho la pena porque School spirits es muy, muy entretenido y también es muy divertido. Quizás la trama no es tan potente como la saga principal, pero sí comparte con ella los giros impredecibles y un buen ritmo, además de una protagonista que mola mucho.

A Izzy la conocimos en la última entrega de Hex Hall, Embrujo, donde apenas tenía papel, más allá de ser la prima más simpática de Sophie y de saber que había alguna clase de conexión entre ella y Torin, el brujo encerrado en un espejo que ayuda a Sophie en dicha novela. En School spirits ella es nuestra narradora y es grandiosa. Además, supone todo un cambio, ya que mientras que Sophie era una chica normal adaptándose al mundo sobrenatural, Izzy es una cazadora de criaturas sobrenaturales adaptándose al mundo normal.

Es muy divertido verla dar sus primeros pasos en el instituto, engancharse a una serie de adolescentes, hacer sus primeros amigos y, sobre todo, verla relacionarse con Dex.

Y es que, si Izzy es divertida, toda una badass y mola mucho en general, Dex está a su altura, pues es raro (para bien), tan divertido como ella y muy inteligente. Rachel Hawkins desarrolla la relación con buen ritmo, haciéndolos amigos antes de que se note que ambos sienten algo más y también se toma con calma el que Izzy asuma sus sentimientos.

También habría que destacar a Torin, ya que es un personaje muy interesante. Torin es un brujo atrapado en un espejo durante muchos siglos. También es alguien que ve el futuro y que, si le apetece, puede ser muy útil. Precisamente por lo primero, sabe que llegará el día en que Izzy le libere, algo que ella no tiene ninguna intención de hacer, aunque también comparten una relación bastante curiosa: Izzy sabe que no debe fiarse de él, pero lo convierte en su cómplice y Torin parece interesado en ella como algo más que una guardiana. Aunque, claro, cualquiera se fía de Torin.

Esa trama también se queda colgada (maldita editorial por cancelar la publicación o maldita Rachel Hawkins por cambiar de editorial… la verdad es que no me queda claro quien rompió el acuerdo, así que malditos todos, tsk), pero al menos School spirits tiene un final cerrado, como ya he dicho antes.

Eso sí, a diferencia de Hex Hall, que está publicado en España por Destino, School spiritis sólo está disponible en inglés. La edición es una monada y la portada es muy chula (las originales de Hex Hall molan mil veces más que las nuestras, todo sea dicho) y tiene un inglés bastante sencillo, por lo que se lee con facilidad. Es decir, que si nunca os habéis atrevido a leer algo en inglés, School spirits sería una buena opción para empezar.

El próximo lunes literario estará dedicado a... Sombra y hueso de Leigh Bardugo.

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