lunes, 12 de septiembre de 2016

Ardiente recuerdo

Bueno, creo que con el título de esta entrada y sabiendo que es lunes, es decir, que toca reseña de un libro, no vais a tener problemas para imaginar que hoy toca hablar de una novela erótico-festiva. ¡Efectivamente! Y es que hoy tengo que hablaros de una nueva entrega de la saga Psi/Cambiantes de Nalini Singh (con tanto empacho de Harry Potter que llevo, no dejo de cambiarle el nombre a la pobre mujer y llamarla Nagini, ¡perdóname, Nagini... digo, Nalini!).

Ay, que me enrollo.

No es la primera vez que os hablo de esta saga que mezcla la novela romántica con la ciencia-ficción, ya que me la voy leyendo poco a poco y me está encantando. Una vez más, porque siempre os lo recuerdo (nunca se sabe cuando alguien me va a leer por primera vez), la saga sigue el típico esquema de novela romántica de pareja por libro y todo está conectado. En este caso, además, la parte de la ciencia-ficción es continuada y cada vez va siendo más compleja y su mitología va aumentando con cada nueva entrega.

Pues con eso claro, voy con Ardiente recuerdo, que es la séptima entrega.

Dev Santos dirige la Fundación Shine, una organización que se dedica a proteger a los Olvidados, sobre todo a sus miembros más jóvenes, de los Psi. Los Olvidados son los descendientes de aquellos Psi que se negaron a acatar el Silencio y que se vieron cazados, algo que parece que vuelve a suceder, ya que las nuevas generaciones de Olvidados están desarrollando dones cada vez más poderosos. Precisamente por la importancia de la Fundación, de su trabajo, Dev no tiene reparos en hacer lo que debe hacerse, aunque eso le vaya volviendo más y más frío y duro.

Por eso, cuando una mujer Psi aparece en su puerta más muerta que viva, su instinto le dice que es un peligro del que debería ocuparse. Sin embargo, es incapaz de no ayudarla, pese a que no confía en ella, ni siquiera cuando descubre su historia. La mujer resulta ser Ekaterina Haas, la que fue ayudante de Ashaya Aleine y que la ayudó a salvar a varios niños Olvidados, antes de que la propia Ashaya huyera con los Cambiantes. No obstante, Ekaterina no recuerda ni quién es, ni su historia, ni siquiera qué le ocurrió o por qué se encuentra en semejante estado. Ella misma es consciente de que, sin saberlo, podría ser peligrosa: una espía, una futura asesina... Aunque sabe que es una nueva mujer y que, aunque Dev la considera un peligro que, quizás, tenga que eliminar, ella no va a permitir que nadie la controle o que haga daño a cualquier persona. Eso sí, con lo que ni Katya (como se hace llamar) ni Dev contaban era que iban a empezar a sentirse atraídos.

Ardiente recuerdo es una de las novelas de Nalini Singh con la trama más compleja, también más curiosa. Por lo general, la pareja en cuestión se descubre a sí misma investigando una misma cuestión y las desconfianzas que puedan surgir eran más por la diferencia de raza. Sin embargo, en Ardiente recuerdo tanto Katya como Dev no pueden confiar ni en el otro, ni en sí mismos, y con razón.

Pues Dev es un hombre demasiado importante y Katya puede ser, aunque ella no lo desee, una trampa mortal, lo que ya es de por sí complicado. Pero, encima, ambos empiezan a conocerse, a gustarse y atraerse, lo que complica aún más la situación.

Y aunque me parece que la trama es original e interesante, también ha hecho que no compre el romance como con otras parejas de la saga. Quizás es porque Dev es bastante desagradable de por sí o porque la desconfianza es un tema importante, pero no ha habido ese encanto o ese tonteo que sí había en otras entregas. De hecho, muchas veces la historia de amor se me atragantaba, a pesar de que la parte de misterio y las distintas intrigas de los consejeros Psi me han encantado.

Toda la trama centrada en Katya intentando recuperar tanto su vida como sus recuerdos, además de los planes de los dirigentes de los Psi, que están mezclados con ella, sí que me ha convencido y me ha parecido muy bien llevada. De hecho, la situación política cada vez es más interesante por los distintos factores y aspectos que la autora va desarrollando.

Me imagino que se deberá a que Katya es un personaje con el que es muy fácil empatizar. A diferencia de lo que ocurre con Dev, no me tuve que recordar mil veces que su posición era lógica, sino que comprendí perfectamente sus dudas, su forma de actuar... Y me encantó como, a pesar de que al principio Katya está rota tanto física como psíquicamente, logra recomponerse, hacerse más fuerte y luchar por ella misma contra viento y marea.

Vamos, que el desarrollo de la protagonista y esa forma de volver a construirse me encantó, no como el protagonista masculino que no me convenció.

Y es que Dev es alguien muy controlado, duro y bastante desagradable, por lo menos en varios momentos de su relación con Katya. Si me paraba a pensarlo, sí, me parecía lógico que fuera tan duro, ya que muchísima gente depende de él y ya no sólo sus sentimientos hacia ella le confundían, sino que tenía miedo de equivocarse y que gente inocente lo pagara. Sin embargo, mientras leía sólo podía pensar en que debería relajarse, darle más margen a la pobre Katya y dejar de avasallarla como lo hace.

Es decir, que Ardiente recuerdo se lee rápido, tiene una trama que interesa, pero la pareja queda muy descompensada y eso hace que sea una de las entregas más flojas de la saga, pese a que Nalini Singh sigue desarrollando esa especie de guerra entre las distintas razas y eso mola. Al igual que molan las apariciones de personajes que han protagonizado tomos anteriores y que vayamos viendo como siguen sus vidas.

El próximo lunes literario estará dedicado a... Delirios de A. G. Howard.

No hay comentarios:

Publicar un comentario